por Alex Segura Lozano
WASHINGTON, Estados Unidos.- El candidato a la Presidencia de EE.UU. más veterano, Bernie Sanders, de 77 años, fue el último en sumarse a una nueva tendencia para recolectar fondos de cara a las elecciones de 2020: pagos mensuales de pequeñas cantidades al estilo Netflix.
De acuerdo a datos oficiales, la campaña de Sanders recaudó 6 millones de dólares en las primeras 24 horas tras el anuncio oficial, una suma que superó con creces a la de sus rivales por la nominación demócrata, como las senadoras Kamala Harris y Elizabeth Warren.
De esa cantidad, 600.000 dólares provinieron de personas que se han inscripto para donar automáticamente pequeñas cantidades a su campaña cada mes.
Pese a que no existe un desglose público de las cantidades aportadas por los seguidores de Sanders, la campaña del veterano senador permite a sus simpatizantes donar un mínimo de 3 dólares, con la opción de hacerlo de manera recurrente.
El sitio web llama la atención de los partidarios del socialista con el siguiente mensaje: “Ningún candidato, ni siquiera el mejor candidato que pueda imaginar, es capaz de enfrentarse solo a la clase multimillonaria. Solo hay un camino: juntos“.
El profesor de la Universidad de la Columbia Británica (Canadá) Francesco Trebbi aplaude la iniciativa de Sanders y considera que es un buen planteamiento desde varios puntos de vista.
“La idea de Sanders es buena, ya que consigue múltiples contribuciones pequeñas, lo que aumenta su fortaleza financiera, pero también muestra la señal de su popularidad y la honestidad percibida entre sus votantes”, comenta a EFE Trebbi, especialista en financiación electoral.
Trebbi argumenta que las pequeñas donaciones son una “importante señal” para el electorado, ya que están “correlacionadas” con el potencial número de votantes que puede tener un candidato.
“Por otro lado, las grandes donaciones apuntan a la posibilidad de influencia por parte de grupos con intereses especiales y son interpretadas por los votantes como un signo de corrupción política del receptor”, resume Trebbi.
Este mecanismo de “suscripción” a los candidatos es una forma cada vez más popular en Estados Unidos con el que las campañas electorales construyen una base de recaudación de fondos periódica.
De hecho, cerca del 20 % del dinero que se movió entre candidatos y organizaciones demócratas en el año 2018 a través de la plataforma en línea ActBlue provino de contribuciones recurrentes.
Una de las figuras emergentes del Partido Demócrata que se pronunció públicamente al respecto, la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez, fue la primera en acuñar el término Netflix para referirse a este tipo de donaciones.
“Es como Netflix, pero para los miembros del Congreso que no están comprados”, dijo Ocasio-Cortez en su cuenta de Twitter hace unas semanas.
“Es por este motivo que puedo actuar de manera independiente”, agregó la joven congresista, que causó sensación en sus primeras semanas como representante del distrito 14 de Nueva York.
En total, cerca del 60 % del dinero que recaudó Ocasio-Cortez para su campaña a la Cámara Baja fue de donantes que contribuyeron con cantidades menores a 200 dólares, según un informe del Centro para la Política Sensible (CRP, en sus siglas en inglés).
“Estamos viendo a varios candidatos aplicar este método, y no me sorprendería si todos los candidatos presidenciales de 2020 lo aplicaran, por supuesto, con distintos niveles de éxito”, vaticina en declaraciones a Efe el experto de CRP Brendan Quinn.
A pesar de que hasta ahora es una tendencia que ha ganado fama entre los demócratas, Quinn explica que los republicanos también están interesados en desarrollar este tipo de recaudación.
“Las plataformas de recolección de fondos como ActBlue hacen que sea muy fácil para los candidatos emplear este método. (…) Los republicanos están tratando de crear una herramienta similar para ellos”, agrega el analista.
En una época en que la sociedad está acostumbrada a pagar tarifas planas mensuales por diferentes servicios (como Spotify, Amazon Prime y el propio Netflix), los políticos estadounidenses entraron en este campo para extender su base de simpatizantes y seguir sumando dólares a sus copiosas cuentas de campaña.
EFE.